Sombra perfumada
Me sobran los ojos para verte
Entro en la casa a oscuras
guiado por el rastro verde de tus hojas
Cuando nadie lo sabe
abrazo tu madera
te palpo el corazón
Ademán de dulzura
Promesa a gajos
Alivio en la derrota
Te soñé niño
refugio de nidos
y fantasmas
Un árbol es un árbol
digo
La raiz que sostiene el mundo
Mástil vegetal que se ilumina
Cítrica bandera anaranjada
A miles de kilómetros percibo
lluvia de semillas
azahares
señalando el camino
Mandarino de noche
Animal que celebra
mi regreso
agitando las alas. |